Autor: Dra. Ana López de la Guía
El esquema KRd es un tratamiento de rescate eficaz y seguro para pacientes que han recibido previamente tratamiento con bortezomib y han sido sometidos a TASPE. Además, los pacientes que presentan recaída tardía postrasplante autólogo (>1 año) tienen mejores resultados según lo observado en este subgrupo de pacientes del ensayo ASPIRE, con una mediana de supervivencia libre de progresión (SLP) de 33,5 meses y una tasa de respuestas globales del 92,8 % con un 39,1 % de RC o mejor.
Comentario del experto: Dra. Marta Sonia González Perez
Se trata de una paciente de 62 años sin comorbilidad con un MM BJ lambda ISS III R-ISS III con citogenética de alto riesgo (t[14;16]). Al diagnóstico presentaba proteinuria elevada en orina (no se especifica el componente correspondiente a proteinuria de BJ): todos los casos con proteinuria no selectiva deberían ser estudiados para descartar amiloidosis.
La paciente recibió un esquema de inducción estándar con VTd, alcanzando RPMB tras 4 ciclos y, posteriormente, se procedió a TASPE. No hay recomendaciones claras sobre la duración óptima del esquema de inducción previo a TASPE. La mayoría de los ensayos internacionales utilizan 4 ciclos; los ensayos del grupo español de mieloma (GEM2005 y GEM2012) alcanzan mayor profundidad de respuesta pre-TASPE con 6 ciclos de inducción. Aunque se trata de una paciente de alto riesgo citogenético (t(14;16)) se optó por una estrategia de 1 TASPE + lenalidomida de mantenimiento durante 24 meses.
La paciente presentó morbilidad grave durante el primer TASPE y en la evaluación posterior alcanzó RC (inmunofijación sérica y urinaria negativa) sin evaluación de enfermedad mínima residual (EMR) medular ni por imagen. En cuanto a la duración del mantenimiento, la indicación aprobada es lenalidomida hasta progresión, aunque existen ensayos clínicos en marcha con la hipótesis de suspender lenalidomida en los casos con EMR negativa sostenida, sin que dispongamos de los resultados de estos estudios en el momento actual.
Se objetivó una recaída sintomática a los 42 meses del primer TASPE, 27 meses tras la suspensión de lenalidomida. El clon en la recaída no ha presentado la translocación t(14;16) del diagnóstico. Se trata de una paciente expuesta y sensible a bortezomib, y expuesta y no refractaria a lenalidomida. Como morbilidad ha presentado neuropatía previa con bortezomib, resuelta en el momento actual, y un episodio único de FA paroxística en el contexto de una sepsis, sin evidencia de cardiopatía estructural. La larga duración de la primera remisión permite plantear de nuevo un tratamiento basado en lenalidomida + dexametasona. La adición de un tercer fármaco, en este caso carfilzomib, mejora los resultados tanto en SLP como en supervivencia global como demuestra el ensayo ASPIRE; siendo esperable en esta paciente en primera recaída tardía pero expuesta a lenalidomida una SLP cercana a los 20 meses. Carfilzomib presenta una incidencia de neuropatía muy inferior a bortezomib, y el hecho de haber presentado esta complicación previamente no contraindica su uso en la recaída actual. Tampoco sería una contraindicación la arritmia previa en el contexto de una sepsis.